- Evitar preparar los alimentos con temperaturas extremas (muy fríos o muy calientes) ya que disminuyen el sabor de los alimentos.
- Aumentar la condimentación de los alimentos con sal, daditos o “cubitos” de caldo, especies y/o hierbas aromáticas, ajo, alimentos salados como el jamón o el tocino.
- Tomar los alimentos con salsas para aumentar el gusto.
- Adobar la carne y el pescado con pimienta, menta, zumo de limón o vinagre.