Los síntomas principales son dolor (sobre todo en la boca y la garganta, aunque también puede aparecer dolor abdominal) y dificultad o imposibilidad para tragar. Pueden añadirse pérdida o cambio de sabores de los alimentos, boca seca, infecciones,...
Las actuaciones del equipo médico irán destinadas a paliar el dolor en el momento de comer para favorecer la ingesta y prevenir la malnutrición que ésta puede comportar. En algunas situaciones puede ser adecuado colocar un tubo de alimentación enteral.