Desde hace más de 20 años los oncólogos somos conscientes de algo que siempre nos han dicho nuestras pacientes, que durante el tratamiento con quimioterapia complementaria tras el cáncer de mama notan un aumento de peso.
De hecho, múltiples estudios han confirmado que hasta el 70% de las pacientes que reciben este tratamiento presentan un aumento de peso de entre 2 y 6 Kg., y que un porcentaje nada pequeño puede llegar a aumentar hasta 10 Kg. durante el primer año tras la operación. Las razones de este aumento de peso no están del todo claro, pero este hecho no se da en la mayoría de pacientes que sólo se tratan con cirugía o con cirugía y radioterapia. Podría parecer que preocuparse de ganar peso es poco importante en un momento de lucha con la enfermedad, pero sin duda es un factor que molesta a las mujeres ya que contribuye a aumentar la pérdida de su imagen corporal que ya provoca la enfermedad y su tratamiento, ya que, para bien o para mal, en la cultura occidental prima la imagen esbelta; además, recientes investigaciones han confirmado que un aumento significativo de peso es un factor adverso en el pronóstico de la enfermedad.
Son varios los factores que contribuyen a la aparición de este aumento de peso, la dieta, la medicación, el ejercicio y los cambios en el metabolismo. A pesar de las nauseas y los cambios de gusto, durante la quimioterapia muchas mujeres tienen una especial apetencia por alimentos ricos en hidratos de carbono (pasta, arroz, pan...) que contribuyen al aumento de kilos. Como se ha recomendado muchas veces, durante el tratamiento no es el momento ideal para dietas estrictas, pero sin duda tampoco para dar rienda libre al apetito, no por comer más cantidad se tolerará mejor el tratamiento o “subirán las defensas”.
Otro factor muy importante es la disminución del ejercicio físico. Los estudios demuestran que durante el tratamiento las mujeres reducen drásticamente sus actividades físicas, desde algo cotidiano como las tareas de casa hasta el deporte. Frecuentemente la quimioterapia provoca o precipita la entrada en la menopausia, con ello aparecen una serie de cambios metabólicos que favorecen la ganancia de peso, especialmente del tejido graso. De hecho, la conjunción entre una dieta rica en carbohidratos, la falta de ejercicio físico y los cambios del metabolismo son los responsables del aumento de peso que es parecido al que aparece en la menopausia, con aumento del tejido graso, disminución de la masa muscular y una distribución diferente de la grasa corporal.
¿Que se puede hacer para evitar esta situación? Poco se puede influir en los cambios hormonales que llevan a la menopausia, pero esto no debe ser necesariamente sinónimo de gordura, para ello se debe incidir en los otros aspectos: dieta y ejercicio.
Como ya se ha dicho, durante el tratamiento con quimioterapia el paciente debe buscar una dieta equilibrada, sin exceso de hidratos de carbono o grasa, y sin cantidades excesivas; la dieta deben tener una proporción alta de frutas y vegetales, una aporte correcto de proteínas y debe ser baja en grasas, especialmente grasas saturadas. No hay una dieta especial para el tratamiento, pero las recomendaciones deben ser cercanas, como siempre, a las de la dieta mediterránea.
El ejercicio es fundamental para evitar el aumento de peso; las mujeres piensan frecuentemente que las molestias de tratamiento empeorarán con la práctica del ejercicio. Es evidente que hay momentos en que no es planteable determinado nivel de ejercicio físico, pero la evidencia científica nos muestra que en muchos casos estas molestias no solo no empeoran, sino que mejoran con la práctica habitual de un ejercicio físico moderado. De hecho, las mujeres con una actividad física diaria muestran una mejor calidad de vida y una recuperación más rápida tras la quimioterapia, de ahí que la recomendación de mantener una actividad física diaria, por ejemplo caminar rápidamente 45 minutos al día, cinco días a la semana, o una actividad física similar, sea el mejor y principal consejo para evitar la temida ganancia de peso durante la quimioterapia.