Tanto la evolución de algunos tumores (fundamentalmente aquellos que se originen en el área de cabeza y cuello, cáncer de esófago, cáncer de pulmón y cáncer de estómago), como los efectos colaterales de los tratamientos utilizados en el tratamiento de su tumor (cirugía, radioterapia, quimioterapia, otros tratamientos neoplásicos) pueden empeorar la capacidad de un paciente para alimentarse.
La prevalencia de malnutrición oscila entre el 15 - 40% en el momento del diagnóstico de cáncer y aumenta hasta un 80% en los casos de enfermedad avanzada.
Cita: August DA, Huhmann MB. A.S.P.E.N. clinical guidelines: nutrition support therapy during adult anticancer treatment and in hematopoietic cell transplantation. 2009;33(5):472-500.
Todos los tratamientos contra el cáncer están asociados a complicaciones agudas y crónicas con implicaciones nutricionales muy importantes. La presentación de estos efectos secundarios dependerá de la localización tumoral, el tipo de radioterapia administrada, el tipo de quimioterapia, el esquema de tratamiento antineoplásico (asociación de radioterapia con quimioterapia o anticuerpos monoclonales) y los tratamientos que el paciente ha recibido con anterioridad. En el caso de la cirugía de cabeza y cuello, los pacientes pueden haber sufrido mutilaciones importantes que producen alteraciones en la ingesta oral por dificultad en la masticación y en la deglución.
En el tratamiento de los tumores de cabeza y cuello, esófago y pulmón se pueden producir de forma aguda mucositis (inflamación de la mucosa de la boca y del tracto digestivo), disfagia (dificultad para tragar), odinofagia (dolor al tragar), xerostomía (disminución de la cantidad y aumento de la viscosidad de la saliva), hipogeusia (disminución del sabor), disgeusia (alteración de los sabores), que pueden acompañarse de alteraciones olfativas paralelas como alteración o pérdida de olfato. Los efectos crónicos son: xerostomía (por fibrosis de las glándulas salivares), pérdida de sabor, caries dental (por pérdida de flúor y disminución de la flora bacteriana, alteración PH de la boca), úlceras, osteorradionecrosis mandibular y trismus (reducción de la capacidad de abrir la boca, por fibrosis muscular).
Los objetivos de las recomendaciones nutricionales para el paciente canceroso son, entre otros:
- Evitar la desnutrición y las complicaciones que se pueden derivar de la misma.
- Mejorar la tolerancia a los tratamientos antineoplásicos y favorecer su eficacia.
- Mejorar la calidad de vida del paciente con cáncer.
En este apartado se van a tratar los problemas más frecuentes que pueden dificultar la alimentación de un paciente con cáncer:
- Dificultad para tragar (DISFAGIA) o dolor al tragar (ODINOFAGIA)
- Alteración del gusto (DISGEUSIA) o disminución del gusto (HIPOGEUSIA o AGEUSIA)
- Sequedad de boca (XEROSTOMÍA)
- Llagas en la boca (MUCOSITIS)
- NUTRICIÓN ENTERAL.
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