Además del peso y la talla, que permite saber el IMC y clasificar el estado es importante:
- Cuantificar la pérdida de peso en el tiempo así como la ingesta. Todo ello ayuda planificar la dieta. Todo ello nos ayuda para planificar la dieta.
- Análisis de sangre, que permita profundizar en el estado en el que se encuentra el paciente para poder soportar una agresión externa. Los análisis de interés nutricional son: albúmina, prealbúmina y transferrina, así como los niveles de colesterol y triglicéridos. También se valorarán en el análisis de sangre los linfocitos.
- El médico conoce métodos de detección precoz de riesgo de desnutrición como el MUST (figura 1) para poder indicar suplementos de nutrición si con la dieta no es suficiente.
- La valoración nutricional debe realizarse en la primera toma de contacto del paciente con el médico o personal sanitario, tanto si se trata de una consulta ambulatoria como si es un ingreso hospitalario. El paciente debe ser reevaluado de forma periódica. Una vez conocido su estado nutricional se podrá indicar el soporte nutricional adecuado.
Por tanto, se puede afirmar que la valoración nutricional es esencial en la valoración clínica y constituye la base del tratamiento nutricional. A partir de esta valoración se puede elegir la vía de administración y los nutrientes más adecuados para el individuo.
Figura 1