La práctica regular de ejercicio físico provoca algunos efectos que contrarrestan parcialmente parte de los efectos nocivos del tabaco.
- Mejora de defensas antioxidantes
- Reducción de la presión arterial
- Disminución del nivel de ansiedad y estrés
El tipo de ejercicio que mejor potencia estos efectos es el dinámico y aeróbico o de resistencia.
El riesgo de trombosis tras el ejercicio aumenta hasta el triple, si se fuma dentro de las 2 horas después de haber finalizado el ejercicio.