• Evitar ingerir alimentos líquidos. En esta situación, podría producirse un episodio de atragantamiento o broncoaspiración (paso de líquido a la vía respiratoria, riesgo de neumonía)
• La modificación de la consistencia de los alimentos y de los líquidos ayudará a tragar mejor y prevenir así el riesgo de atragantamiento o broncoaspiración.
• Recomendaciones dietéticas en caso de DISFAGIA a líquidos:
• 1. El agua debe tomarse en forma de gelatinas y se debe utilizar espesantes para el resto de líquidos de la dieta. Las necesidades de agua al día están en 1,5-2 litros (se deben tomar un mínimo de 5 vasos de gelatina al día), y existen diferentes formas para espesarla:
     • Agua espesada con gelatina convencional, o gelatinas ya preparadas de venta en su supermercado.
     • Agua + zumo de fruta + espesante instantáneo para aumentar la consistencia.
     • Agua + espesante saborizado.
     • Agua gelificada industrialmente (disponible en farmacias).
  2. Será más fácil cubrir las necesidades de agua si se realizan varias tomas al día en pequeños volúmenes (por ejemplo, desayuno, media mañana, comida, merienda, cena y antes de acostarse)
      
  3. Algunos trucos para espesar los líquidos también pueden ayudar a aumentar el valor nutritivo de la toma:
     • Leche espesada con cereales en polvo, galletas trituradas o maizena instantánea.
     • Zumo de fruta con cereales en polvo y/o yogur.
     • Caldo vegetal, de ave o de pescado con crema de arroz o puré de patata instantáneo o pan rallado o maizena instantánea.
     • Sopa de sémola o de tapioca con caldo.
  4. Prestar especial atención a los alimentos que se rompen fácilmente en trocitos al masticarlos como: galletas, patatas chips, palitos de pan, frutos secos...
  5. Evitar platos y/o alimentos empalagosos e impactantes que dificultan la deglución como el puré de patata (mejor acompañado con verduras u hortalizas) o el chocolate.

• Ver bibliografía